Sumario Este debate examina el asunto de historia versus propaganda, de mito versus realidad, en que consiste evidencia. Los ponentes incluyen arqueólogos, antropólogos, críticos del arte, historiadores, y por una buena medida, periodistas y escritores. Si en el pasado, la historia fué definido como el cuento de "ganadores" y "perdedores" contado desde el punto de vista de los ganadores, vemos a través de los ponentes que este arreglo ha cambiado un poco. Desde antes del desarrollo de la escuela "annaliste" francesa de historiografía (en facto desde el filósofo Herder) académicos han tratado de construir metodologías que toman en cuenta los perdedores, la periferia, que ven las cosas desde abajo hacia arriba, desde afuera hacia adentro, que evitan del círculo vicioso de lo que ha sido llamado la escuela "una maldita cosa después de otra"--historias basadas solamente en los "grandes" eventos. Eso ha incluido una discusión sobre la objetividad de cuentos históricos y una investigación de como mito y narrativo entrelazan con eventos históricos. El proceso tiene un aspecto reflexivo que busca una ampliación del tipo de evidencia que es admisible en el "corte" de interpretación. Se puede decir, "donde se levanta (su opinión) está directamente ligado a donde se sienta (su lugar)"--el contexto del observador llega a tener la significancia del contexto del observado. Eso implica que "contexto" es dinámico no estático, y que toda historia involucra un proceso filtrante no importa si es hecho por la nobleza precolombina, eclesiásticos coloniales, gobiernos de la Allianza después de la segunda guerra mundial, o científicos sociales de hoy en día. En terminos del "archivo" histórico-arqueológico, apuntar es interpretar, justificar, guiar, y a veces vencer o venerar. Diccionarios definen "propaganda" como la propagación organizada de una doctrina a través de publicidad y exageración. Historia se define como el estudio y la interpretación de eventos pasados. ¿Dónde se cruzan o se separan estos dos fenómenos? Los ponentes representan distintos puntos en el espectro en cuanto a la posibilidad de objetividad. De modo que Schele empieza su discurso diciendo, "Para mí es un error toda la idea de que hay algo semejante a una historia objetiva. Si historia fuese objetiva, nunca tendríamos que reëscribirla. Pero historia, inclusive entre los grandes historiadores universitarios, es un proceso contínuo de redibujar, reëvaluar, y refigurar nuestro entendimiento del pasado a armonizar con nuestras expectativas por el futuro con las herramientas del presente...La historia de toda época es un tipo de propaganda." Stavenhagen añade, "Aquí en México hay también un problema muy serio de escribir una nueva historia--de que manera esta nueva historia responde a los cánones de los que enseñan en las universidades, la historia objetiva, las historia basada en fuentes, la historia neutral, o de que manera es una historia que al mismo tiempo reivindica posiciones culturales y, porqué no decirlo, también posiciones ideológicas. La historia se reëscribe en cada generación, pero también se reëscribe en función de quién es el sujeto de la historia." Boone, Marcus, Pohl, y Sanders se tratan con el dilema de mito versus historia y el archivo arqueológico. ¿A qué punto pueden fechas registradas en piedra o en códices ser consideradas a referir a facto histórico actual? ¿Cómo se puede medir ésto contra evidencia climatológica, geológica, o arqueo-astronómica? ¿Cuáles esfuerzas se pueden hacer para chequear historias con otras fuentes menos socialmente construidas? Una analogía sería como el primer libro de la Biblia puede ser comparado al archivo fósil, o como el asunto de si Pontius Piloto actualmente ocupó su oficina durante el tiempo mientras procedimientos legales fueron conducidos contra el Cristo histórico--¿cáules fuentes pueden ser consultadas afuera del testimonio de la Biblia misma? Los ponentes aún cuestionan si el concepto de una distinción entre mito e historia existía para gentes precolombinas en el sentido estricto de hoy. ¿Fueron las historias fundadores intentadas de ser interpretadas expilícitamente como facto histórico, o como justificaciones del presente, o como predicciones del futuro, o todo lo de arriba? ¿Cómo se distingue entre falsificación intencional y error en el archivo arqueológico? Marcus comenta, "Los gobernantes mesoamericanos ligaron sus reinados con seres míticos de cuando los dioses y los ancestros, ancestros míticos, supuestamente gobernaron. Por el proceso que conocemos como euhemerismo, los ancestros nobles se convirtieron gradualmente en héroes, después en intermediarios semidivinos y en ocasiones en deidades reales. Mientras los ingeniosos propagandistas no eran capaces de engañar a sus contemporáneos acerca de sus ancestros inmediatos, está muy claro que los antiguos mayas, aztecas y otros grupos a veces se apropriaron ancestros distantes (incluídos ancestros divinizados) sólo para legitimizar su reclamo del trono. En efecto, algunas de las más espectaculares exhibiciones genealógicas que tenemos vienen a ser el trabajo de nobles que no estaban realmente en la línea de sucesión." Los ponentes discuten mecanismos para evaluar las intenciones y propósitos de los patrones de estas grandes piezas esculturales, pictoriales, y literárias. Sanders y Marcus hablan a la diferencia entre intenciones horizontales y verticales--¿fué una pieza intentada a mandar información sólo lateralmente entre y adentro de elites (horizontal) o fué la pieza concebida para codificar información para las masas (vertical)? También discuten las implicaciones del tipo de archivo arqueológico que se queda--una cultura deja estelas de piedra, otra deja códices. ¿Es ésto a causa de clima, desastre natural, guerra, o otras razones? ¿Cómo pesamos lo que se queda? ¿Cómo inferimos lo que se perdió? Tibol nos lleva al siglo XX con su discusión de los muralistas mexicanos. Rivera, Siqueiros, y Orozco son mas famosos por encarnar la ideología de la revolución mexicana en lugares públicos; fueron los precursores del movimiento muralista de los Estados Unidos durante el "New Deal" mejor expresado por los proyectos de la "Works Progress Administration" bajo el presidente Franklin Roosevelt. ¿Fueron estos murales historia didáctica o propaganda? Tibol hace unas distinciones interesantes en cuanto a las circunstancias de pintar los murales, describiendo el proceso más como una "negociación" que un atentado simple de propaganda. Se dice con frecuencia que el periodismo de hoy es la historia de mañana. Bussey (una periodista), Poniatowska (una periodista y escritora), y Skidmore (un historiador) discuten la relación simbióticaentre periodismo e historia--como profesionales utilizan uno a otro como fuentes, los problemas involucrados en buscar objetividad, como error y coicidencia pueden afectar el archivo historico, como historia es utilizado por ganadores y perdedores a explicar y justificar acciones, y como este proceso de historiografía puede producir consequencias serias en el futuro. Finalmente, Poniatowska habla a la diferencia de clima cultural entre los Estados Unidos y América Latina para periodistas, historiadores, y escritores--la diferencia in los papeles que tienen que jugar--y la significancia de este clima cultural en distinciones entre ficción y no-ficción.